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El día que recuperemos el sol

13 de agosto de 2018 0 Comentarios
El día que recuperemos el sol - Ingebau

Una de las decisiones más controvertidas del paso de José Manuel Soria por el ministerio de industria fue la instauración de un peaje de respaldo a la energía autoconsumida.

Aunque su nombre oficial era cargo variable transitorio por energía autoconsumida, todos lo conocemos por Impuesto al Sol.

Todos los grupos de la oposición, salvo Ciudadanos, estaban de acuerdo en derogarlo. Por ello tras la moción de censura que trajo a Pedro Sánchez al poder se intuyó que el fin del Impuesto al Sol sería inminente.

En ese contexto, libertad digital se puso en contacto con nosotros para redactar este artículo y publicarlo en Libre Mercado. Espero que lo disfruten.

El sector eléctrico no ha sido ajeno a la plaga de nuestros tiempos, las noticias falsas. La que más llama la atención, por lo mucho que ha calado en la sociedad en general y en los políticos en particular, ha sido la existencia de un Impuesto al Sol.

La mayoría de los españoles piensa que el autoconsumo está prohibido en España o que existe un impuesto por producir electricidad fotovoltaica en casa.

Pero es falso.

La existencia de un Real Decreto que regula las condiciones técnicas, económicas y administrativas del autoconsumo, demuestra que no está prohibido. Esto también se puede comprobar en el registro de instalaciones de autoconsumo donde aparecen 964 instalaciones de autoconsumo fotovoltaico.

Tampoco existe un impuesto al sol, como afirmaba el Tribunal Supremo cuando desestimó el recurso contra el RD 900/15.

En el fallo, se indica que el Cargo Transitorio por Energía Autoconsumida (definitivamente tiene menos gancho que la expresión Impuesto al Sol) es un peaje que se cobra a aquellos grandes autoconsumidores que usan la red eléctrica como respaldo. Este peaje sirve para contribuir a pagar los costes del sistema.

De hecho, este cargo no se aplica a consumidores domésticos, ni a instalaciones separadas de la red eléctrica.

Por eso, cuando se exige la eliminación del impuesto al sol, se está pidiendo que las empresas que tengan autoconsumo no contribuyan a los costes del sistema.

Habrá pues, que definir cuáles son los costes del sistema y cuanto pagarán de más el resto de consumidores.

En nuestra factura eléctrica encontramos un término fijo (la potencia contratada que no depende del consumo) y un término variable, proporcional a la electricidad que consumimos. Dentro de ambos, encontramos enmarañados una serie de pagos. Estos se pueden resumir en el pago por producir electricidad y los mecanismos necesarios para mantener el equilibrio generación/demanda, pagos regulados e impuestos.

Los pagos regulados incluyen la retribución a las actividades reguladas (distribución y transporte eléctrico) y el coste de las políticas incluidas en la factura eléctrica (recibo de la luz). Todo ello se considera costes del sistema. Se puede conocer su cantidad en las liquidaciones de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC).

En 2016 los costes del sistema ascendieron a 17.053 M€, de ellos el 40% a las actividades de transporte y distribución eléctrica y el resto, a políticas. Destacando 6.280 M€ al RECORE (primas a renovables) y 2.800 M€ a pagos de deuda eléctrica.

Si tomamos una factura doméstica estándar (4 MWh/año y 4,4 kW) de los 757 € anuales pagados en 2016, el 29% correspondió al coste de generación eléctrica y mecanismos para que esta llegue a casa (incluidas las pérdidas que dan para otro artículo), 49% correspondieron a los pagos regulados y el 22% restante a impuestos (impuesto municipal, eléctrico e IVA, la fiscalidad eléctrica también da para otro artículo).

El 55% de estos pagos regulados se pagaron a través del término variable y el 45% a través del término fijo.

Como los costes del sistema no disminuyen por tener autoconsumo, estos se repartirán entre aquellos que no puedan generar su propia electricidad.

Ante este argumento, los defensores del autoconsumo afirmarán que ya contribuyen al mantenimiento del sistema mediante el pago del término fijo. Eso no es cierto porque, como hemos visto antes, los costes del sistema también están incluidos en el término variable.

Simulando los costes de 2016 y suponiendo que el 5% de la energía que se consumió hubiera sido autoconsumida, esto hubiera supuesto un incremento en la factura doméstica de aproximadamente un 2%. Al no ser estos costes lineales, si el autoconsumo hubiera ascendido al 10% el incremento en la factura doméstica hubiera sido del 4,27%

También se argumenta que el autoconsumo disminuirá el coste de la electricidad en el mercado mayorista y esto es evidente por una disminución de la demanda. Sin embargo, esta disminución no compensará con la caída de los ingresos del sistema. Además, esta bajada ya se producirá con la entrada de los 23.500 MW de proyectos fotovoltaicos previstos, los cuales si contribuirán al pago de los costes del sistema con el peaje de generación y con la tasa de generación.

Aquellos que claman por la caída del impuesto al sol realmente están pidiendo un nuevo trasvase de rentas hacia la generación fotovoltaica. Pero no es el único.

Que sólo haya registradas 439 instalaciones de autoconsumo fotovoltaico doméstico no se debe al Cargo transitorio por energía autoconsumida, que no aplica a las instalaciones domésticas. Se debe a que las curvas de consumo de una casa no coinciden con las curvas de producción fotovoltaica. Cuando nuestra placa produce energía esta no es aprovechada porque nosotros nos encontramos, normalmente, fuera de casa.

Para solucionar esto, proponen que se implante el Balance Neto, los kWh producidos por nuestra instalación y vertidos a la red de día se compensen con los que tomemos de noche. Sin pagar nada por estos últimos. Es decir, si nuestra instalación verte a la red 5 kWh de día, los primeros 5 kWh que cojamos de la red de noche no nos cuesten dinero.

Esto quiere decir, que por el 29% del coste que aporto en forma de energía se me pague el 100% de la factura incrementando así, la subvención y el trasvase de rentas.

El trasvase de rentas no viene reflejado en la “proposición de ley de medidas para el fomento del autoconsumo eléctrico”, presentada en el congreso el pasado 10 de mayo por todos los grupos de la antigua oposición, salvo Ciudadanos.

Esperemos que el nuevo Ministerio para la Transición Ecológica evalúe el incremento en la factura eléctrica producido con esa proposición de ley antes de aplicarla y que resista al guiño de los inventores del “Impuesto al Sol”. Empleándose en tareas más arduas, como reducir la factura eléctrica sin desequilibrar el sistema. Tal vez sea un buen punto de partida, sacar costes ajenos a la tarifa y reducir los impuestos de la misma.

Por todo eso, no nos queda más que desearle suerte al equipo liderado por Teresa Ribera.

Editado el 28/08/18

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